Oportunidades y responsabilidades
Brasil, la octava mayor economía del mundo, está disfrutando de un fuerte crecimiento, reduciendo las desigualdades sociales, aumentando las franjas de personas aptas para consumir, consolidando más de 16 años de estabilidad político-económica y se prepara para acoger el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2016. Esta lista de hechos resume, en buena medida, el venturoso momento por el que pasa dicho País, con efectos objetivos en su economía real y sus mercados y que permite apuntar las oportunidades que se le pueden presentar en el futuro. Brasil se encuentra bajo el foco de los agentes económicos y de los medios mundiales.
Aparentemente confortable, esta situación es, de hecho, optimista. La misma apunta un orden de posibilidades a ser alcanzadas en el País, sobre todo, porque no representan un subproducto episódico o puntual de una u otra circunstancia externa o consecuencia de determinada imposición interna, de aquéllas que se repiten sólo una vez por década. Sino, todo lo contrario. Basta con comprobar que Brasil ha sido considerado como uno de los últimos países en ser rozados por la inflexión económica mundial que se hizo conocida como la crisis americana del subprime y uno de los que más rápidamente se ha desprendido de estos efectos. La desaceleración del crecimiento brasileño en 2009 fue más que compensada con su expresivo crecimiento en 2010.
Brasil disfruta de crecimiento, reduce las desigualdades, aumenta las personas aptas para consumir, consolida más de 16 años de estabilidad político-económica
Asimismo, a inicios de marzo, se divulgó el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño en 2010: un 7,5%, la mayor tasa en los últimos catorce años. Por otro lado, las inversiones han crecido el increíble porcentaje de un 21,8% comparadas con las del anterior. A diferencia de otras épocas en la economía brasileña, el tren de este crecimiento está siendo estimulado por la locomotora de las inversiones por lo que, incluso, tiende a tornarlo más consistente en el largo plazo. Aún así, y a pesar de que es una simbólica señal más de este nuevo País, el expresivo crecimiento del pasado año no vino acompañado de euforia. El mismo día de la divulgación del resultado, autoridades y economistas diagnosticaron que la expansión no se repetirá en los mismos términos sino, ligeramente inferiores, durante 2011. Las estimaciones de mercado señalan que la ampliación del PIB de este año deberá permanecer alrededor del 4,5%, es decir, más del doble de las tasas que alrededor del 2% por año se dieron durante recientes décadas pasadas.
Las oportunidades existen. Las responsabilidades están claras. Brasil necesitará mantener el aliento de los inversores en su economía y ser capaz de controlar los niveles inflacionarios, que suelen intensificarse en los momentos de expansión más acelerada. En un plazo más largo, el País precisará avanzar en la educación y mantenerse atento a lo imperativo del crecimiento y desarrollo sostenible, justo y equilibrado en relación al medio ambiente. De igual manera, para albergar a las dos mayores competiciones deportivas globales, en los próximos años será necesario mucho esfuerzo. Y, en este punto, una vez más, es decisivo el rol que han de jugar los medios, que vienen ya acompañando y monitoreando el desarrollo de las obras en curso, ya sea en la construcción de estadios o en la infraestructura urbana necesaria.
Después de sucesivos planes económicos, Brasil, desde 1994, se hizo dueño de su propia estabilidad económica, lo que atrajo a las empresas extranjeras a instalarse para atender a la fuerte demanda de consumo que surgía. Nuevas entradas ocurrieron al final de la década, en medio del programa nacional de privatizaciones, bajo la forma de la entrada en el capital de empresas nacionales. E, incluso, la burbuja del internet inspiró una nueva progresión de negocios.
Los profesionales de la comunicación deben reportar a lectores de periódicos, clientes de agencias, formadores de opinión, agentes económicos dentro y fuera del País lo que viene ocurriendo
De hecho, se llegó, en ciertos momentos, a la increíble marca de tres ruedas de prensa en un mismo día, tamaña era la energía emprendedora, para anunciar este tipo de operaciones. Hace 20 años, aún a inicios de 1990, el material periodístico predominante enfocaba los motivos por los que Brasil no crecía más. Ya hoy, el foco está puesto en lo que necesitamos para crecer más y de manera eficaz. El escenario ha cambiado, el ambiente de negocios ha evolucionado. Las percepciones sobre la marca Brasil en el mundo están más claras. Y avanzarán más aún. Impera el estar atento y preparado para ello.
Brasil ha solido ser llamado, por algunos, incluso dentro del País, como un gigante adormecido. De hecho, en la práctica es un País de dimensiones continentales, que está despierto y consciente del papel que tiene ante el mundo y, ahora todavía más, debido a todo lo que ha hecho y todo lo que vivirá en los próximos años. Hechos y datos demuestran que las oportunidades existen para quien quiera invertir en Brasil. Las responsabilidades están siendo asumidas. El tiempo mostrará cómo las oportunidades y las responsabilidades caminarán lado a lado. Los profesionales del área de la comunicación deben cumplir su rol de reportar dentro y fuera del País lo que viene ocurriendo a lectores de periódicos, clientes de agencias, formadores de opinión, agentes económicos, en pocas palabras, a la sociedad global.