Pacto Global: herramienta clave en el management
Y el mundo empresarial no ha sido ajeno a este cambio. Hoy, las compañías han evolucionado y modificado su manera de pensar y de actuar. Ya no solamente las cifras son el principal elemento que constituye la columna vertebral que sostiene a una compañía, ahora hay una serie de factores, derechos y lineamientos que hacen parte de esa base, que lleva a ser a una empresa más competitiva, con principios más sólidos y por ende mejor percibida. Una de esas bases es actualmente el estar adherido y ser partícipe del Pacto Global.
En julio de 2000, el Secretario General de la ONU, Kofi Anan, presentó la iniciativa Pacto Global, con el objeto de incentivar al sector privado a trabajar conjuntamente con la organización, en el cumplimiento de 10 mandatos universales, relacionados con derechos humanos, derechos laborales, respeto al medio ambiente y principios de anti corrupción. Se conformó así una plataforma global, abierta y permanente de diálogo, acción e interacción del sector privado con los gobiernos y la sociedad civil, para la definición y ejecución de una agenda global, nacional y local de desarrollo sostenible, en la cual se visibilizan e intercambian experiencias y se divulgan “buenas prácticas empresariales”, que hayan generado impacto social bajo los principios de la Responsabilidad Social Corporativa.
El adherirse al Pacto Global no debe ser una cuestión de ser “políticamente correctos”. Debe estar ligado a una conciencia y a un compromiso
Hoy, el Pacto Global de las Naciones Unidas cuenta con más de 8.000 organizaciones adhe-ridas, en 135 países. Europa lleva el liderazgo de adheridos, seguido por América, Asia-Oceanía y en último lugar África y Medio Oriente. En el caso de Latinoamérica específicamente son Brasil, Argentina, Colombia y México, quienes puntean con Asociaciones, Pymes y Compañías que han tomado la decisión de asumir el compromiso de ser parte del Pacto Global.
Sin embargo, el adherirse no debe ser una cuestión de ser “políticamente correcto”, de seguir lineamientos corporativos de casa matriz o tal vez cuestión de tendencias. Debe estar ligado a una conciencia de porqué se hace y a un compromiso de largo plazo de la empresa, sus directivos y sus colaboradores.
Si se habla en materia de beneficios, una compañía al ser parte del Pacto Global puede encontrar:
• La formulación de soluciones prácticas para problemas contemporáneos relacionados con la globalización, el desarrollo sostenible y la responsabilidad corporativa dentro de un contexto de intereses múltiples.
• La adhesión a los principios universales y a la buena ciudadanía corporativa para lograr que la economía global sea más sostenible e integrada.
• La colaboración para lograr los objetivos globales de las Naciones Unidas y consensuar las actividades con los gobiernos, las empresas, la sociedad civil y en general con todos los grupos de interés.
• Compartir las buenas prácticas y las experiencias.
• El acceso a un conocimiento más profundo de la misión de las Naciones Unidas en temas de desarrollo y su alcance práctico a todo el mundo.
• Visibilidad internacional, global y local.
• Impacto directo en la reputación como una compañía socialmente responsable.
Pero como mencionaba anteriormente, estos beneficios tienen que estar ligados a un compromiso de las directivas de cada compañía, quienes deben integrar los cambios necesarios en su operación, de tal manera que el Pacto Global y sus principios sean parte de la gestión, la estrategia, la cultura y el día a día de la actividad empresarial.
El verdadero reto de las empresas está en entender que el adherirse al Pacto Global es una “herramienta” complementaria e inclusiva de las estrategias de RSE de las compañías
La decisión de hacer parte, no debe asociarse necesariamente con grandes empresas multinacionales, las Pymes y otras Organizaciones, hoy conforman un alto porcentaje de los adheridos, en donde se pueden mencionar casos de éxito como el sucedido recientemente en Colombia, en donde la Policía Nacional decidió tomar el compromiso y ser parte del Pacto, convirtiéndose en la única fuerza de esta naturaleza, integrante a nivel mundial, a la fecha.
En resumen, el verdadero reto hoy para las empresas no está simplemente en adherirse al Pacto, si no que después de hacerlo entiendan que es una “herramienta” complementaria e inclusiva de todos los procesos que desarrolla y realiza cada organización, y que al generar una sinergia con otras empresas a nivel regional y global, apalanca estrategias en bien de las comunidades y los grupos de interés en general.
El reto es entender que hoy hay una nueva columna vertebral que sostiene a las compañías, de la cual el Pacto Global es una herramienta fundamental.